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David Coll, presidente de Pimec Agroalimentària y Fundació Agrícola Catalana

“Que se reconozca al sector agroalimentario como estratégico es una pequeña revolución”

07-09-2022

Entrevistamos a David Coll, presidente de Pimec Agroalimentària, en relación al proyecto Llotges de Productes de Proximitat. Coll tiene claro que las Llotges aportarán beneficios tanto a agricultores y ganaderos como a las empreses de restauración colectiva. El objetivo es poder proporcionar productos frescos a precio justo para que quien los produce se gane la vida y quien los compre pueda pagarlos.

Al frente de la sectorial agroalimentaria de Pimec (la patronal que representa a las pequeñas y medianas empresas y profesionales autónomos en Catalunya) desde hace once años, David Coll está convencido de que las Llotges de Productes de Proximitat (lonjas de productos de proximidad) aportarán numerosos beneficios tanto a agricultores y ganaderos como a las empreses de restauración colectiva.

Recordemos que este proyecto es una iniciativa colaborativa impulsada por Pimec conjuntamente con la Federación de Empresarios Productores de Venta de Proximidad en Catalunya (FEPV) y el Institut del Patrimoni Culinari Català con el apoyo del Departament d’Agricultura de la Generalitat de Catalunya, y que supone un modelo innovador de plataforma de compra de productos de proximidad para los comedores de las colectividades.

– ¿Qué valoración hace de la puesta en funcionamiento del proyecto Llotges de Productes de Proximitat?
Siendo Pimec promotores de esta iniciativa, hacemos una valoración muy positiva. El hecho de que unos agricultores y ganaderos produzcan para vender directamente al distribuidor y al consumidor, a la restauración colectiva, es un éxito común porque crea un vínculo muy directo entre producción y consumo.

– ¿Cuáles son los principales beneficios que destacaría de las Llotges?
– Se trata de la forma más rápida de que un producto km0 y de temporada pueda llegar al consumidor final prioritario, como son los usuarios de comedores escolares y de hospitales. Estamos intentando que lo que se produce sea consumido cuanto antes, con la menor manipulación posible y reduciendo el uso del transporte al máximo, o con una logística lo más reducida posible. Como vamos hacia una economía circular, las Llotges son una gran oportunidad para que podamos volver a consumir productos agroalimentarios de proximidad, y además reactivar tierras abandonadas alrededor de pueblos y ciudades. Nos ayudará y nos está ayudando a que los territorios y comarcas vean qué tipo de cultivos son necesarios y los agricultores puedan planificar para abastecer a la restauración colectiva y ajustarse a las demandas de escuelas, hospitales, residencias...

– ¿Qué aspectos del proyecto cree que necesitarían un mayor impulso para consolidarlo?
– Cuando un proyecto está empezando surgen muchos obstáculos, y en el caso de las Llotges seguro que habrá tropiezos, pero la ilusión hace que tengamos la voluntat de tirar adelante cualquier dificultad. Es una iniciativa que puede y ha de rejuvenecer el campo catalán. La innovación nos ha de permitir que cuando renovemos los cultivos incorporemos las nuevas tecnologías de riego, abonos con productos orgánicos... Todo esto es una gran oportunidad para volver a planificar cultivos que se habían abandonado y que vuelvan a ser muy rentables. En definitiva, se trata de que el sector agroalimentario vuelva a tener potencia, a ser estratégico y que se le reconozca.

– ¿Considera que falta comunicación entre administración, colectividades y proveedores?
– Está claro que había faltado un diálogo como el que se ha establecido ahora. Antes quizás existía de forma preliminar, pero faltaba profundidad. Ahora hay voluntad política para que así sea, y creo que es un inicio que habría que extender a muchas otras cosas. Por primera vez en muchos años, la Generalitat de Catalunya en su conjunto ha logrado que ocho de sus departamentos se pongan de acuerdo para, a través de normativa, dar al sector agroalimentario la categoría de estratégico. Esto puede llegar a ser una pequeña revolución. Por eso empezamos este proyecto con unas expectativas muy importantes.

– Dentro de Pimec Agroalimentaria tienen cabida tanto payeses y ganaderos como elaboradores de alimentos. ¿Cuál ha sido la respuesta de sus asociados de los sectores implicados en cuanto al modelo de lonjas que impulsan?
– La predisposición de entrada, cuando explicamos el proyecto, es total. Estamos comenzando a caminar en Catalunya, así que estamos planificando qué es necesario sembrar para satisfacer las necesidades de la restauración colectiva. Muchas empresas de este sector nos dicen que desde hacía tiempo estaban buscando productos de proximidad, pero no sabían dónde encontrarlos. El hecho que existan unas lonjas que puedan ir produciendo producto de casa para ellos es muy bienvenido. Todo es mucho más sano y con condiciones de calidad y seguridad alimentaria.

– ¿Cómo pueden contribuir desde Pimec al éxito de las Llotges de Productes de Proximitat?
– Nos hemos propuesto que este sistema de lonjas tenga la complicidad de la administración catalana para ir construyéndolo de forma rigurosa y seria, pero con la flexibilidad necesaria para no topar con la burocracia. Como patronal, queremos que se piense en pequeño, en empresas y autónomos, para que todo lo que se pida por escrito se pueda cumplir y poner en práctica. Esperamos que las leyes de contratación sean un estímulo suficiente para que el sector primario pueda avanzar y modernizarse, para que la ciudadanía pueda adquirir y consumir productos de proximidad y de temporada. Sabemos que los precios serán un caballo de batalla y hay que hacer que sean lo más justos posible para todas las partes. Hemos de poder proporcionar productos frescos a precio justo para que quien los produce se gane la vida y quien los consuma pueda pagarlos. Tenemos que intentar que haya el mínimo de intermediarios posible para que la logística se simplifique, el producto tenga un precio asequible y deje riqueza al territorio.

– La coyuntura económica actual está impactando fuertemente en los costes de las empresas del sector agroalimentario. ¿Cuáles considera que son los principales retos que hay que abordar?
– El sector agroalimentario tiene los mismos problemas que cualquier otro. En Catalunya y en general en España demasiadas veces no pensamos en pequeño, no se tiene en cuenta que no tenemos personal disponible para ocuparse de determinados trámites, por eso habría que procurar que la burocracia sea la justa. Por otro lado, los costes energéticos están disparados, no se pueden aguantar, y a las empresas les falta tesorería, se las tendría que dotar de financiación para aguantar el golpe y hacer frente al día a día. Necesitamos cash y energía más barata. Y ya centrándome en el sector agroalimentario, insisto en que hay que conseguir que los precios para el sector primario sean justos: no puede ser que el coste de producción sea superior al de venta, esto supone un gran desequilibrio y que se incremente el peligro de abandono de tierras.

Por otra parte, creo que el Perte (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) Agroalimentario del Gobierno no responde a lo que necesitan los pequeños ganaderos y agricultores; se ponen en marcha líneas de ayuda que no cubren las necesidades reales de los territorios del estado. Hay una falta de visión de lo que se debería hacer: una política basada en mantener a la gente en el territorio y que puedan mantener la producción. Los Fondos Next Generation deberían gestionarse desde las comunidades autónomas, y que tengan en cuenta que las pequeñas y medianas empresas quieren hacer inversiones en economía circular.

Mar Claramonte Portero es licenciada en periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), con más de 20 años de experiencia en medios de comunicación y gabinetes de prensa. Escribe sobre economía/empresas, salud/nutrición/restauración/gastronomía, sostenibilidad/energías renovables, viajes/turismo, urbanismo/arquitectura/interiorismo y cultura/entretenimiento. Linkedin.

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