Mendoza Colectividades opta por los yogures en vidrio, para evitar el envase de un solo uso

17-10-2019

Mendoza Colectividades quiere ir un paso más allá en su apuesta por el medioambiente y este curso 2019-2020, la firma se ha marcado un nuevo reto: reducir los envases de un solo uso. La iniciativa ha empezando poniendo el foco en los envases de yogur que, desde este curso, se sirven todos en envase de cristal.

En los comedores escolares gestionados por la firma alicantina Mendoza Colectividades, los niños y niñas son conscientes desde hace años, de la importancia de reciclar los envases de plástico. Integrado en el proyecto educativo dirigido a conscienciar a los más pequeños respecto a temas de sostenibilidad y medioambiente, este curso 2019-2020, la firma se ha marcado un nuevo reto: ir un paso más allá y reducir los envases de un solo uso.

La iniciativa ha empezando poniendo el foco en los envases de yogur que, desde este curso se sirven todos en envase de cristal, para dar ejemplo a los más pequeños. Esto, a su vez, ha permitido que el lácteo que se sirve semanalmente en los comedores de Mendoza Colectividades sea sustituido por uno de una calidad superior; un yogur artesano hecho en la comunidad autónoma donde está establecida la firma, en el obrador artesano ‘Els Massets’, de Castellón de la Plana. Hay que tener en cuenta que cada semana, cada niño que come en un comedor escolar, genera como basura un envase de yogur, entre otros desperdicios.

Tal como declaran los responsables de la firma, “esperamos así comenzar un proceso de mejora de nuestro entorno, que continuará con la sustitución de servilletas blancas a servilletas recicladas, sustitución de botellas de agua de plástico por sistemas de ultrafiltración del agua y otras medidas protectoras del medioambiente”.

Recordemos que esta firma alicantina participa en el proyecto ‘Ecoescoles Marina Alta’, una apuesta por una alimentación saludable y equilibrada en los comedores escolares que aspira también a revitalizar la agricultura y evitar el abandono de huertos y la pérdida de conocimiento agrícola por falta de renovación generacional. Con estas iniciativas los escolares aprenden a qué saben, en realidad, las hortalizas y las frutas, y también aprenden a respetar el territorio.

La firma sirve actualmente, una vez al mes, menús ecológicos a más de 5.000 alumnos de las comarcas de la Marina Alta y Baixa.

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