‘Menu-Re’, ejemplo práctico de donación del excedente alimentario en comedores escolares
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‘Menu-Re’, ejemplo práctico de donación del excedente alimentario en comedores escolares

07-02-2022

Los colegios San Patricio y King’s College La Moraleja participan en un proyecto piloto en colaboración con Cáritas; el proyecto ‘Menu-Re’, cuyo objetivo es aprovechar los excedentes procedentes del servicio de comedor y distribuirlos entre aquellos que más lo necesitan. Un ejemplo a seguir en la gestión de comedores escolares.

Una gestión responsable no puede llevarse a cabo sin tener en cuenta el impacto empresarial en las acciones diarias. A veces es necesario buscar soluciones innovadoras para solucionar los grandes retos a los que estamos expuestos, y por ello hace falta adquirir un compromiso social. Porque los grandes cambios empiezan por pequeñas acciones. En esta línea, los colegios San Patricio y King’s College La Moraleja participan en un proyecto piloto en colaboración con Cáritas. El proyecto ‘Menu-Re’ tiene como objetivo aprovechar los excedentes procedentes del servicio de comedor y distribuirlos entre aquellos que más lo necesitan.

Vivimos momentos únicos donde percibimos un agotamiento de nuestro sistema productivo y donde el impacto medioambiental tiene un aspecto primordial en la toma de cualquier decisión. La transición a otro modelo productivo se basa en la adopción de nuevos valores sociales. El despilfarro alimentario es un ejemplo de un gran fallo en nuestro sistema productivo actual que ocurre en todas las etapas de la cadena alimentaria y tipología de centros. Supone una gran pérdida económica además del impacto medioambiental que conlleva.

Como escribía hace unos meses en el artículo titulado ‘Por una ley nacional contra el despilfarro alimentario’, la pérdida de alimentos es un derroche de recursos naturales de todo tipo (agua, energía, tierra, tiempo, esfuerzo humano…) y solo desde la concienciación individual (educación, valores éticos, consumo responsable…) podremos afrontar una transformación. Siendo conscientes de que los excedentes siempre existirán, lo que se trata es de buscar soluciones y transformar el problema en oportunidad, la externalidad negativa en positiva.

A través de la responsabilidad social corporativa de las empresas se opta por una gestión responsable que combata los retos actuales. En definitiva, es una forma de adquirir un compromiso con la sociedad en su conjunto a través de medidas que atajen los impactos negativos en el ámbito social, económico y medioambiental. En la gestión de centros de restauración el problema del excedente alimentario no pasa desapercibido y por ello es necesario implicarse para lograr soluciones. Próximamente España contará con una Ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario, lo que generará seguridad jurídica a la hora de facilitar donaciones.

Al fin de al cabo se trata de apostar por un modelo de producción basado en la economía circular. Sobre esto, estamos ya todos familiarizados pues la recogida selectiva de residuos es una medida esencial. Sin embargo, ahora se trata de ir un paso más allá y aprovechar lo que erróneamente se clasificaba como residuo orgánico: los excedentes alimentarios.

La seguridad alimentaria, el pilar esencial en cualquier proyecto que trate con alimentos

En este proyecto piloto de colaboración se ha demostrado que sí es posible hacer algo al respecto y que el beneficio generado es incomparable con el mínimo coste que puede tener. No obstante, la seguridad alimentaria es el pilar esencial en cualquier proyecto que trate con alimentos. Por eso la oportunidad está en aprovechar los avances tecnológicos de la hostelería y el plan de seguridad alimentaria. Entre otras cosas: abatidores de temperatura, cajas isotérmicas de transporte, envases biodegradables mono uso, registros y trazabilidad. Para los técnicos, se puede pensar en la aplicación de un plan APPCC simplificado con la conservación de la cadena de frío como punto crítico básico, además de, evidentemente, las buenas prácticas higiénicas y los principios que conlleva.

Es recurrente el tópico del miedo o peligro que justifica la inevitabilidad de lograr cualquier otra solución que no sea el desperdicio de alimentos, pero en estos tiempos eso no es mas que una excusa sobredimensionada que demuestra la ausencia de proactividad en buscar otras soluciones. Y con respecto a esto último puedo decir que es complicado, requiere mucha implicación, coordinación y la situación favorable que permita comenzar un proyecto de este calibre (en este caso, el equipo de Cáritas Alcobendas se mostró cooperante y receptivo en todo momento). También es cierto que el cambio en una dinámica o rutina puede dar miedo, pero lo que más miedo da es quedarse en el mismo sitio, sin cambiar, ni mejorar, ni intentar.

Con el compromiso de todos

Por último, mencionar que en todo proyecto los mayores héroes son los voluntarios y el personal de cada centro que pone su grano de arena para que marche adelante una nueva alternativa. Porque no se podría hacer nada sin la implicación de las distintas personas comprometidas tanto con su tiempo como con su esfuerzo. Es cierto que una nueva dinámica supone una adaptación a un nuevo proceso, pero como he dicho antes los beneficios sociales obtenidos de la donación de alimentos compensan de sobra el coste de implantación.

En definitiva, los centros del grupo Inspired muestran el compromiso de la dirección por contribuir a la mejora de un problema con una solución innovadora, creativa y de cercanía en el lugar que desarrollan su actividad. Solo así se podrá lograr la verdadera excelencia operacional, transformando los problemas en impacto positivo a través de un enfoque ético y responsable en la gestión.

Espero que solo sea el comienzo de nuevo enfoque responsable en la industria alimentaria (desde el productor al consumidor), ya que con la nueva ley, habrá seguridad para el cambio. Y ahí esta la implicación de cada uno de nosotros en la sociedad, especialmente cuando soplan vientos de cambio: unos construyen muros, otros molinos.


Carlo Stella
Carlo Stella es estudiante en la Universidad Autónoma de Madrid y compatibiliza los estudios con varios trabajos dentro del sector de la restauración colectiva, lo que le ha permitido adquirir una visión completa del sector. Es un waste warrior, firme defensor del aprovechamiento seguro de excedentes para causa benéfica e impulsor de la ‘Ley nacional contra el despilfarro alimentario’. @: cstellaserrano@gmail.com .

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