Martes, 14 de abril 2015
SARquavitae ha publicado los resultados de un estudio llevado a cabo entre personas institucionalizadas en residencias de toda España. Un 30,4% de las personas analizadas estaban en situación de desnutrición en el momento del ingreso; hasta un 49,4% en riesgo de desnutrición, y sólo un 20,2% presentaban un estado nutricional normal.
El pasado mes de marzo, la revista científica ‘Nutrición hospitalaria’ publicó un artículo elaborado de forma conjunta por el Departamento de Investigación y la Dirección Técnica Asistencial de SARquavitae con el soporte científico-técnico de Nestlé Health Science.
En dicho artículo se analiza el estado nutricional de las personas en el momento del ingreso en centros SARquavitae, conscientes de que un estado nutricional deficitario tiene importantes consecuencias en la salud de las personas con enfermedades crónicas o en situación de dependencia.
Los resultados obtenidos ponen de manifiesto que un 30,4% de las personas analizadas estaban en situación de desnutrición y hasta un 49,4% en riesgo de desnutrición; únicamente un 20,2% presentaban un estado nutricional normal. El estudio concluye además que las mujeres tienen una mayor probabilidad de encontrarse en situación de riesgo nutricional.
Para el estudio se han analizado las historias clínicas de 4.297 personas ingresadas en centros de SARquavitae, con una media de 82.08 años, un 66,1% mujeres.
El estudio pretendía conocer, además, la relevancia de patologías asociadas a una mayor prevalencia de desnutrición, así como la relación de la desnutrición con el estado cognitivo y la situación de dependencia de las personas.
Cabe destacar también que, hasta el momento, los datos sobre prevalencia de la desnutrición en personas institucionalizadas se habían obtenido en estudios de ámbito local y con muestras limitadas, de ahí el einterés de contar con un estudio a nivel nacional, realizado a partir de una muestra muy sognificativa de personas de todas las comunidades.
El origen del riesgo nutricional
Tal como explica el artículo, se entiende por malnutrición al trastorno, por exceso o defecto, en la ingesta o absorción de nutrientes en relación con los requerimientos individuales; por otra parte, la desnutrición únicamente se refiere a las consecuencias clínicas de este déficit
El origen del riesgo nutricional y la desnutrición puede ser complejo y variado identificándose diferentes causas individuales, tales como: cambios de hábitos; causas funcionales; causas patológicas, como alteraciones del aparato digestivo, neurológicas o del metabolismo; causas psicológicas o sociales, como aspectos culturales o bajos ingresos económicos; causas institucionales y/o legislativas, como la ausencia de políticas que garanticen la transversalidad en la atención nutricional o la ausencia de protocolos de intervención nutricional homogéneos; y finalmente, las causas relacionadas con los propios profesionales de la salud, como la falta de programas de formación sanitaria específicos en nutrición y la posterior incorporación de éstos a la práctica clínica
La desnutrición adquiere especial relevancia por sus consecuencias físicas, funcionales, sociales y económicas entre los colectivos más vulnerables, tales como personas con enfermedades crónicas complejas o personas mayores. Así, la desnutrición se asocia a un mayor riesgo de mortalidad, mayores tasas de infección, un aumento del número de caídas y fracturas, estancias hospitalarias más largas, agravamiento y aumento de la mortalidad de las personas con enfermedades agudas y/o crónicas, así como un deterioro global de la calidad de vida de las personas que la sufren
La valoración y detección de la desnutrición es un aspecto clave en los centros residenciales para personas mayores. El objetivo es detectar precozmente estados de déficit nutricional y adoptar el plan de intervención necesario para su tratamiento.
Estudio completo: Prevalencia de desnutrición en personas mayores institucionalizadas en España: un análisis multicéntrico nacional