Lunes, 15 de julio 2024
Socamel diseña y fabrica carros de alto rendimiento para la distribución de comidas en colectividades. Para acompañar a sus clientes en sus políticas de RSE, la empresa lleva varios años comprometida con un planteamiento responsable en múltiples niveles.
Filial del grupo Guillin, referente europeo de soluciones de envasado de alimentos, con 32 fábricas y filiales repartidas por todo el mundo, Socamel es líder en su mercado. La empresa diseña y fabrica sistemas de distribución de comidas calientes y frías en el sector de la restauración colectiva y, en concreto, en el sector sanitario. Socamel debe su reputación y renombre a un departamento de I+D dinámico, a sus equipos de vanguardia y a su amplia gama de servicios.
Socamel ha puesto en marcha un proceso de compra personalizado para sus clientes: asesoramiento previo para elegir la mejor solución, asistencia en la implementación y puesta en marcha de los equipos, y un servicio postventa personalizado al que presta especial atención.
Este último se basa en el seguimiento de las distintas operaciones de mantenimiento a través de una red de 20 técnicos. Todos los trabajos se registran automáticamente en su sistema GMAO (Gestión del Mantenimiento Asistido por Ordenador) y también están disponibles a través de ‘Sococonnect’, la nueva plataforma de datos a la que sus clientes pueden conectarse directamente.
La RSE, centro de sus preocupaciones
Socamel acaba de publicar su primer informe de RSE, donde enumera todas las acciones que realiza para proteger a las personas y al medio ambiente, y en el que se ve que la empresa trabaja con la ecoorganización Ecologic en la recuperación y el reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), lo que le permite reciclar el 98 % de todos los materiales y componentes utilizados en sus equipos. Desde el año pasado, la gama de soluciones del fabricante lleva el sello LongTime, una primicia en el sector profesional que certifica la durabilidad y la facilidad de reparación de los equipos utilizados. Para obtener este nuevo sello, los equipos deben cumplir los 41 criterios establecidos en las especificaciones LongTime y que se centran en tres áreas: el diseño, la facilidad de reparación y la presencia de mayores garantías.
Pese a la complejidad de las evaluaciones, la obtención de este sello ha sido para Socamel un auténtico reconocimiento a su compromiso, a su voluntad de mejora constante y a su implicación con la RSE. Además, la empresa ha introducido también la posibilidad de reutilizar uno de sus equipos: el terminal ‘Double Flow’ de tecnología disociada; un producto fijo, reconocido por su fiabilidad, y que al estar sometido a pocas tensiones tiene poco deterioro. Para alargar la vida útil de estos equipos, se hace una evaluación de las piezas desgastadas para su sustitución y se ofrece un servicio de reacondicionamiento adecuado.
Por último, el año pasado Socamel ganó el premio ‘Valo Resto Pro’ a la mejor iniciativa medioambiental por cambiar toda su gama de tecnología incorporada al refrigerante R- 1234yf, que tiene un potencial de calentamiento global (GWP) muy bajo (= 2).
La calidad de la refrigeración requiere experiencia
Para la distribución de comidas en buenas condiciones son esenciales la fiabilidad, el rendimiento y la ergonomía de los carros, pero sobre todo es fundamental la calidad de la refrigeración, para garantizar el cumplimiento de la normativa sanitaria. Por eso, los equipos de I+D de Socamel trabajan en tres soluciones que están demostrando ser muy eficaces y que responden a todos los problemas a los que se enfrentan los gestores ante las distintas ofertas del mercado.
Tanto si se opta por una tecnología independiente o incorporada, el frío se produce mediante un sistema de refrigeración integrado o descentralizado, o mediante amoniaco, un método que no se utiliza mucho en carros de distribución de comidas pero que se encuentra, por ejemplo, en los minibares de las habitaciones de hotel porque es una técnica con la ventaja de ser muy silenciosa. Socamel ha decidido centrarse en los sistemas de refrigeración, puesto que es la tecnología más extendida para producir frío de buena calidad. Además, Socamel controla el diseño de la unidad hermética y la distribución del aire gracias a un evaporador colocado directamente en el depósito, garantizando así que el frío se distribuya de manera homogénea, lo que a su vez determina el rendimiento del sistema de refrigeración.
Distintas soluciones para cada una de las necesidades
En función de la configuración de los edificios en los que se vayan a implantar los carros, Socamel propone distintas soluciones, como la utilización de un grupo de frío de aire descentralizado o la conexión a un circuito de agua fría (véase el esquema). El grupo de frío de aire descentralizado no conlleva un gran trabajo de instalación si se trata de un nuevo proyecto de cons-trucción o renovación; la clave está en haberlo previsto al diseñar o renovar el edificio. Es la solución más eficaz a la hora de combinar la facilidad de uso de los carros, su rendimiento y la comodidad de trabajo.
¿Cómo funciona? Un grupo principal (más un segundo grupo de reserva) produce un gas refrigerante que se distribuye directamente a los vaporizadores de los terminales conectados; esto significa que los terminales no tienen grupos de frío individuales, pero el control de la refrigeración sigue siendo independiente para cada aparato. Esta solución es adecuada para equipos fijos y, por tanto, para soluciones de tecnología disociada como ‘Double Flow’ / ‘Ergoserv’.
En edificios ya existentes, la solución alternativa es la conexión a un circuito de agua fría, pues la obra es más sencilla y más barata. ¿Cómo funciona? Los terminales incluyen un compresor que ya no se refrigera con un ventilador, sino con el agua fría que circula por un condensador adaptado. Esta solución también se puede aplicar en equipos fijos y, por tanto, en soluciones de tecnología disociada como ‘Double Flow’ / ‘Ergoserv’. Además, para garantizar el frío durante el transporte entre la zona de preparación de bandejas y la zona de regeneración, Socamel ha optado por la técnica de inyección de hielo seco (CO2).
El hielo seco se usa a veces para muchas aplicaciones en hospitales, por lo que suele estar ya presente. ¿Cómo funciona? Se utiliza una pistola para inyectar una cantidad controlada de hielo seco, que se transforma en gas dentro del carro para producir frío; tan solo se necesita una pequeña cantidad, ya que una vez conectado al terminal el sistema Socamel toma el control. Socamel prefiere esta técnica antes que otras soluciones como el agua glicolada o el hielo en escamas, fundamentalmente por su facilidad de transporte (por el peso y tamaño de los carros) y por la garantía de los resultados de refrigeración.
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