Martes, 27 de febrero 2018
Fundació Alícia y el Institut Català d’Oncologia han trabajado conjuntamente en una serie de guías sobre recomendaciones dietético-culinarias en el tratamiento del cáncer. Hoy os dejamos información sobre la última relativa al tratamiento de cáncer de cabeza y cuello, la número cuatro de la colección.
La alimentación es una parte importante en cualquier tratamiento de cáncer. En el caso del cáncer de cabeza y cuello tiene una relevancia especial, ya que por la localización del propio tumor puede aparecer alguna dificultad para alimentarse, ya antes del inicio de cualquier tratamiento.
Uno de los principales efectos del cáncer de cabeza y cuello es la pérdida de peso y la afectación del estado nutricional. El deterioro del estado nutricional es un factor que influye tanto en la eficacia de los tratamientos como en la calidad de vida de los pacientes, mientras que un correcto estado nutricional puede ayudar a disminuir la sintomatología ocasionada por el tratamiento y su duración, favorecer la recuperación, disminuir las complicaciones (infecciones) y beneficiarse de una estancia hospitalaria más corta
y un mejor pronóstico.
Esta guía ofrece unas recomendaciones dietéticas sencillas y prácticas, propuestas demenús y ejemplos de recetas concretas para hacer frente a los efectos secundarios que aparecen más frecuentemente durante las diferentes terapias y etapas de la enfermedad.
Los cinco puntos clave en la alimentación durante el tratamiento
Los estudios científicos publicados muestran que un buen estado nutricional mejora la tolerancia al tratamiento oncológico. Por lo tanto, la recomendación principal durante el tratamiento de cualquier cáncer es comer, acción imprescindible para mantener la energía y tolerar mejor los efectos secundarios del tratamiento. En general, comer suficiente no suele ser un problema, en cambio, durante el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello esto puede llegar a ser un reto. Las personas afectadas de un cáncer de cabeza y cuello pueden ver comprometida su alimentación debido a varios factores, como la propia localización del tumor, que puede dificultar directamente el hecho de masticar o deglutir, o los efectos secundarios del tratamiento, puesto que al incidir en la zona de la cabeza y del cuello se generan una serie de complicaciones en toda la zona de la boca, garganta y esófago que pueden comportar dificultades a la hora de alimentarse.
Más allá de las recomendaciones generales, a continuación, nombramos los cinco puntos clave a tener en cuenta y que se encuentran desarrollados en la guía: