Miércoles, 14 de septiembre 2016
En colectividades, la falta de espacio obliga a elaborar, la mayoría de veces, los menús basales y los libres de alérgenos en una misma cocina. Desde RC queremos insistir una vez más en la importancia de reducir al máximo el riesgo de contaminación cruzada dadas las graves consecuencias que se pueden derivar de un error en la manipulación. Os recordamos en este artículo algunos consejos básicos para evitar errores.
En una misma cocina de restauración colectiva se suelen elaborar los menús basales y también los menús libre de alérgenos; como todos sabéis, elaborar éstos últimos no es tan sencillo como evitar el uso del ingrediente causante de una reacción alérgica o una intolerancia. Evidentemente es el primer paso, la exclusión del alérgeno que ocasiona reacción adversa a la persona con problemas de alergia y/o intolerancia alimentaria… pero en segundo lugar hay que tener en cuenta el concepto de contaminación cruzada, tanto durante el proceso de elaboración, como en los equipos, almacén y cocina en general.
A nivel de exigencia sanitaria se establecen planes de autocontrol encaminados a minimizar o evitar dicha contaminación, aunque la medida más efectiva para ello es la separación física de las distintas líneas de producción. Es posible que en la mayoría de las instalaciones esta acción no pueda llevarse a cabo, principalmente por cuestión de espacio, así que se pueden tomar medidas alternativas como: