Miércoles, 26 de septiembre 2018
Hace ya casi un año del lanzamiento de la campaña ‘Con la acrilamida no desentones; elige dorado, elige salud’, de la Aecosan; una campaña muy difundida y de enorme éxito que consiguió llamar la atención y alertar a la población respecto a la acrilamida. Hoy queremos insistir una vez más sobre qué es este compuesto y qué medidas se pueden implementar específicamente desde las cocinas profesionales.
En www.restauracioncolectiva.com ya nos hemos referido en anteriores artículos a la presencia de la acrilamida en determinados productos; un compuesto generado en el proceso de cocinado de ciertos alimentos y sobre el que vamos a exponer algunas medidas que se pueden implementar específicamente, desde las cocinas profesionales, con el fin de disminuir su concentración en las comidas.
¿Qué es la acrilamida?
La acrilamida es una sustancia química que se forma en determinados productos alimenticios que contienen almidón durante procesos de cocción cotidianos a altas temperaturas: fritura, cocción, asado, pero también durante procesos industriales con temperaturas superiores a 120ºC y baja humedad. El proceso químico que da lugar a la formación de la acrilamida se conoce como la reacción de Maillard, la cual también oscurece los alimentos y afecta a su sabor.
Los alimentos que con más probabilidad pueden presentar niveles altos de acrilamida son las patatas (fritas), el pan (tostado), productos de pastelería (horneado) o el café.
La reacción de Maillard es la responsable del agradable color, sabor y olor de estos alimentos (especialmente recién fritos u horneados), pero como consecuencia negativa tiene la formación de acrilamida en los mismos.
¿Qué efectos tiene la acrilamida en el cuerpo?
Tras su consumo, el tracto gastrointestinal absorbe la acrilamida, la cual se distribuye a todos los órganos y se metaboliza. La glicidamida es uno de los principales metabolitos que resulta de este proceso. Algunos ensayos con animales indican que las concentraciones de acrilamida en alimentos podrían ser cancerígenas. Sin embargo, los resultados de los estudios en humanos proporcionan pruebas limitadas e inconsistentes en cuanto al aumento del riesgo de desarrollo de cáncer relacionado con la exposición a la acrilamida a través de la dieta. Los expertos de la Efsa (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) han concluido en su evaluación científica sobre acrilamida en alimentos que son necesarias más investigaciones para confirmar estos resultados de los estudios en humanos.
¿Se puede reducir la exposición a la acrilamida en los alimentos?
En la UE se consideró que la aplicación de buenas prácticas durante el procesado de determinados alimentos debería ser efectiva y conseguir reducir la formación de acrilamida en el producto final, de modo que la Comisión Europea avaló una serie de medidas voluntarias para la industria alimentaria en este sentido (‘Caja de Herramientas de Acrilamida’) de cara a tenerlas en cuenta en sus sistemas de Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos (APPCC). Esta ‘Caja de Herramientas’ ha sido elaborada por la asociación europea Food and Drink Europe (FDE) en colaboración con las autoridades nacionales y la Comisión Europea, y ha sido actualizada por última vez en 2013.
Medidas preventivas y recomendaciones en el sector
Por todo lo expuesto es recomendable la difusión de medidas preventivas aplicables en el sector de la restauración profesional con el objetivo de lograr la máxima reducción posible de los niveles de acrilamida en las comidas elaboradas y servidas.
– En la elaboración de patatas fritas y derivados: