Jueves, 15 de octubre 2020
El uso de guantes de látex para la manipulación de los alimentos puede dar, en algunos casos, una falsa imagen de seguridad. A pesar de que están diseñados para proteger las manos y los productos que se tocan, también pueden perforarse o romperse, además de que contienen un alérgeno que puede producir reacciones anafilácticas en las personas sensibilizadas al látex.
El uso de guantes para la manipulación de los alimentos está muy extendido, y puede pensarse que el mero hecho de usarlos ya asegura una correcta higiene en la manipulación; sin embargo, las autoridades sanitarias recomiendan la manipulación de los alimentos sin guantes, y lavarse las manos tantas veces como sea necesario, para evitar contaminaciones cruzadas.
Los guantes de látex en la manipulación de alimentos están totalmente contraindicados, ya que contienen un alérgeno que puede producir reacciones anafilácticas en las personas sensibilizadas al mismo, si consumen alimentos manipulados con guantes compuestos por este material. Las proteínas del látex se transfieren a los alimentos, y permanecen aún después de haber sido cocinados.
El uso de guantes debe restringirse a los casos en los que sea realmente necesario para proteger la piel del manipulador (por ejemplo para la manipulación de encurtidos).
En caso de utilizar guantes siempre se deberán tener en cuenta los siguientes aspectos:
– Siempre deben estar fabricados con materiales que esté probado que no produzcan alergias.
– Deben ser de un color diferente al alimento que se esté manipulando, para identificar claramente posibles fragmentos que hayan podido desprenderse.
– Siempre debemos retirar anillos, relojes, y demás adornos para que no se perforen ni rompan, y lavar bien las manos antes de colocarlos.
– Retirarlos y poner otros cada vez que cambiemos de actividad.
– En caso de que no sean desechables, es necesario lavarlos por ambos lados y dejarlos secar del revés.