Martes, 21 de enero 2025
La restauración colectiva en Francia enfrenta una crisis profunda. La inflación, los aumentos en los precios de alimentos y energía, y la presión por cumplir con las normativas de sostenibilidad han puesto en jaque al sector de los comedores escolares y otros servicios en colectividades. El espejo francés refleja una realidad compartida, y plantea una pregunta urgente: ¿cómo proteger un modelo clave para la salud y la cohesión social, frente a la tormenta económica?
Según vemos publicado en diversos medios sectoriales franceses, en el país vecino la restauración colectiva se encuentra en una situación alarmante. El Sindicato Nacional de la Restauración Colectiva (SRNC) advierte que los presupuestos destinados a estos servicios esenciales están bajo presión, poniendo en peligro su sostenibilidad.
La inflación, que afecta a todos los sectores, ha golpeado particularmente al sector de las colectividades. Los precios de los alimentos han aumentado de manera significativa en los últimos años, mientras que los presupuestos municipales, principales financiadores de los comedores escolares en el país vecino, no han seguido el mismo ritmo. A esto se suma el aumento de los costes laborales y energéticos, que complican aún más la gestión de estos servicios.
Según el SRNC, las restricciones presupuestarias podrían llevar a una reducción en la calidad de los menús ofrecidos en los colegios y, en casos extremos, al cierre de ciertos comedores. Esto podría generar desigualdades en el acceso a una alimentación equilibrada, un pilar fundamental para el desarrollo y bienestar de niños y niñas.
El sindicato también señala que las exigencias regulatorias, como el aumento de la proporción de productos ecológicos y locales en los menús, “aunque bienintencionadas, representan un desafío financiero adicional para los operadores”.
El SRNC solicita al gobierno una mayor dotación presupuestaria para garantizar la calidad y accesibilidad de los comedores escolares. Además, plantea la necesidad de una reforma estructural que permita una financiación más estable y equitativa de estos servicios esenciales. Para muchas familias, especialmente aquellas de ingresos modestos, estas iniciativas son una garantía de acceso a una alimentación adecuada para sus hijos. Por ello, el debate se intensifica en busca de soluciones urgentes y sostenibles.
Papel clave en la promoción de la cohesión social y el bienestar
Isabelle Aprile, presidenta del SNRC, ha expresado en varias ocasiones su preocupación por los desafíos que enfrenta el sector en Francia. Según Aprile, los recortes presupuestarios, junto con la presión por cumplir con las normativas de sostenibilidad y calidad alimentaria como la ‘Ley Egalim’, están poniendo en riesgo la viabilidad de muchos comedores escolares y otros servicios de restauración colectiva.