Miércoles, 24 de junio 2020
Con la apertura de los establecimientos de restauración en España hemos visto proliferar los ‘sellos’ Covid-free en muchos de ellos. Algunos son realmente garantía de buenas prácticas, otros no son independientes y algunos no son más que seudocertificaciones. Si de lo que se trata es de generar confianza… ¿Por qué no utilizamos los datos de las inspecciones de sanidad que son públicos, independientes y gratuitos, para establecer un sistema de información al cliente?
Según un estudio de mercado en el sector de la restauración comercial (The NPD Group) hecho el pasado mes, el 59% de los consumidores españoles aseguran que volverán a los bares o restaurantes en el primer mes de reapertura, pero el mismo porcentaje (57%) considera que estos locales serán lugares de riesgo para contagiarse de Covid-19 y cerca del 63% solo visitarán a aquellos que conocen y en los que confían.
Así mismo, los datos del barómetro sobre ‘Hábitos de consumo y ocio después del Covid-19’ (Brandelicious), reflejan que el principal factor a la hora de elegir un restaurante es, con diferencia, la confianza sanitaria (71,8 %), por lo que no resulta extraño la aparición de sellos o certificados, que acrediten lo que no se puede asegurar: que el establecimiento está libre de coronavirus.
Dentro de los atributos de valor de un servicio tenemos atributos de búsqueda (nombre comercial), atributos de experiencia, que pueden ser conocidos una vez que se ha disfrutado, o no, del servicio; y atributos de confianza, que no pueden ser conocidos ni antes ni después del servicio (modo de producción, buenas prácticas de manipulación…).
Mediante la certificación y el empleo de los distintivos de la misma, se trata de conseguir que los atributos de confianza se conviertan en atributos de búsqueda. Estas diferencias o atributos de confianza se plasman en pliegos establecidos por una entidad pública o privada, en los que se detallan los requisitos exigidos y una entidad independiente y acreditada, es la que finalmente concede la certificación y el uso de los distintivos asociados a ella.
En Madrid, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno ha respaldado el derecho a conocer datos relativos a todas las inspecciones sanitarias realizadas por el ayuntamiento a establecimientos destinados a la elaboración, venta y servicio de alimentos y/o bebidas al amparo de la Ley 19/2013, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, estando disponibles los datos de 2018-2019 en la web de Civio. Esto había ocurrido ya en Catalunya, aunque la transparencia de las inspecciones en España está aún lejos de países como Dinamarca, Francia o Reino Unido.
Entonces, si las seudocertificaciones ‘Covid-free’ que vemos en muchos establecimientos no son seguras; si las realizadas por asociaciones de los propios empresarios no son independientes, y las realizadas por empresas independientes y acreditadas para ello son caras, ¿qué podemos hacer? ¿Por qué no utilizamos los datos de las inspecciones de sanidad que son públicos, independientes y gratuitos, para establecer un sistema de información al cliente?
Esto no es idea mía sino que se lleva haciendo mucho tiempo en ciudades como Nueva York donde es obligatorio que los establecimientos exhiban los resultados de las inspecciones en el propio local.
No sé si estaremos preparados como administración sanitaria, como asociaciones de empresarios y como consumidores, pero creo que el futuro debe ir en esa dirección y que merece la pena intentarlo, evidentemente con un periodo de adaptación.