La importancia del embalaje para la empresa, un buen medio de publicidad y marketing

25-11-2019

Las compañías, sean del sector que sean, utilizan multitud de embalajes que pueden ser un fantástico soporte publicitario, además de un activo importante en la imagen global de la empresa. Tanto si hablamos de un sobre como si hablamos de un contenedor isotérmico o de un detalle navideño para los clientes, es sustancial y rentable cuidar el embalaje. Un pequeño detalle puede marcar la diferencia y la relación con clientes, trabajadores o colaboradores.

En un momento en el que las compras online crecen de manera exponencial, todo lo relacionado con el embalaje cobra enorme importancia, y no siempre se trata de una cuestión meramente funcional. Es un embalaje adecuado el que permite que el producto llegue al consumidor en perfectas condiciones, pero además, puede convertirse en un magnífico medio de publicidad y marketing.

Cada vez más empresas del sector, como es el caso del Embaleo, diversifican sus productos de embalaje para satisfacer necesidades que se amplían, desde los más sencillos sobres de envío o bolsas de papel ecológico a cajas isotérmicas para alimentos.

Además de ello, en muchos casos cabe la posibilidad personalizar el embalaje de acuerdo con cada comercio o colectividad. ¿Realmente es tan importante? Lo cierto es que, por cuestiones de funcionalidad e imagen esa pequeña inversión adicional sí es restable.

Embalaje y competitividad

En un entorno cada vez más competitivo resulta imprescindible marcar la diferencia. El embalaje siempre supondrá un coste añadido al producto, pero es un coste que revertirá en la empresa. ¿Cómo? Dando una imagen de seriedad y de compromiso al cliente. Un producto que llega en mal estado por unas deficientes condiciones de embalaje puede marcar el final de la relación con el consumidor. No solo por el hecho de que no se haya recibido la compra en perfecto estado, sino por las molestias y el tiempo que el cliente pierde en resolver la situación. El prestigio de la empresa o institución, por lo tanto, es una cuestión en la que también participa el embalaje.

Hoy en día, por otra parte, no hay excusas para no evitar situaciones como esta. Las empresas del sector de embalaje comercializan todo lo necesario para garantizar que el envío llega en perfectas condiciones, desde cajas especiales para objetos frágiles o delicados a etiquetas identificativas para evitar el extravío de los pedidos.

Dando un paso más allá: la personalización

Hay otro aspecto importante en todo lo relacionado con el embalaje que muchas veces se pasa por alto: es un magnífico escaparate. Sin importar el tamaño o la forma, el destino o el pedido que proteja, resulta un soporte publicitario muy barato. El envoltorio es imprescindible, lo único que hay que hacer es darle una función añadida, la publicitaria. Y en ese aspecto, el coste añadido es ínfimo.

Los medios para convertir el embalaje en una herramienta de marketing pueden ser muy diferentes, desde una sencilla cinta de embalar con el nombre o el logo de la empresa a etiquetas en diferente formato o un diseño específico para estampar en cajas, sobres de envío, etc.

Cualquiera de estos medios es un elemento diferenciador que el cliente apreciará, aunque a veces sea de manera inconsciente. Una imagen de marca cuidada en todos sus aspectos, absolutamente en todos, también supone un valor añadido para el producto y para la empresa. Y no solo eso, sino que hasta que el producto llega al cliente, e incluso después, serán muchos ojos los que vean el embalaje. Así, una aparentemente simple caja de cartón o un sobre de papel acolchado pueden convertirse en una magnífica oportunidad de publicitarse.

En definitiva, la imagen de la empresa no debe quedarse en el producto, sino que debe cuidar todos los aspectos que pueda apreciar el consumidor. Si un embalaje que consiga que el producto llegue en las mejores condiciones implica compromiso con el cliente, ¿por qué no utilizarlo también como herramienta de marketing?

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