Miércoles, 26 de septiembre 2018
Tras la publicación de un artículo en el ‘Diario de Sevilla’ en el que la plataforma ‘Escuelas de calor’ da por hecho la falta de calidad de los menús escolares que son servidos por empresas de restauración colectiva, Aercan (Asociación Empresarial de Restauración Colectiva de Andalucía) ha dirigido al director de dicho medio una contundente respuesta para aclarar algunos ‘puntos’ de la información. El periódico se ha comprometido a hacerse eco del escrito.
El pasado 11 de septiembre, el ‘Diario de Sevilla’ publicó un artículo titulado ‘Recogen firmas para eliminar los caterings de los colegios’, con el antetítulo ‘Comedor escolar saludable’, que indignó a las empresas operadoras andaluzas que dan servicio en comedores escolares.
La información se elaboró a raíz de la recogida de firmas en internet que ha puesto en marcha la plataforma ‘Escuelas de calor’ (constituida por casi 200 Ampas de Sevilla) para que la gestión de los comedores escolares no recaiga en las empresas de catering y sean la propia administración pública y las Ampas las que se encarguen de su funcionamiento. Las asociaciones de padres que buscan este cambio consideran que con el modelo que solicitan conseguirán que “los menús que se sirven ganen en calidad y sabor”.
‘Escuelas de calor’ da por hecho que los menús que salen de una línea fría son de baja calidad, que las empresas ofrecen poca cantidad de comida y platos sin sabor, que incumplen las recomendaciones nutricionales e incluso que no garantizan la seguridad alimentaria. Más allá de que, como es lógico, hay empresas que trabajan mejor y otras peor, lo que está claro es que no se puede generalizar y echar por tierra el trabajo de miles de profesionales que intentan hacer su labor de la mejor manera. Como siempre decimos desde estas páginas, la calidad del servicio y de los menús, no depende del sistema sino de la praxis. Un menú salido de una línea fría puede ser excelente (o no) y una cocina in situ puede ser excelente (o no)… en un caso y en otro, dependerá de muchos factores que el resultado sea bueno y de calidad (materias primas, protocolos…) y, sobre todo, de con qué profesionalidad y cuidado se trabaje.
Dicho lo cual y hecha la introducción, os dejamos la respuesta que José María López, como secretario técnico de Aercan (Asociación Empresarial de Restauración Colectiva de Andalucía), ha dirigido al director del ‘Diario de Sevilla’.
Estimado Sr.:
Le escribo como representante de la Asociación Empresarial de Restauración Colectiva de Andalucía (Aercan), patronal de las empresas de catering de Andalucía, en relación al artículo publicado en el ‘Diaio de Sevilla’ con fecha 11/09/2018, suscrito por Diego J. Geniz y titulado ‘Recogen firmas para eliminar los cátering de los colegios’. En dicho artículo el redactor se hace eco de las manifestaciones vertidas por la plataforma de Ampas ‘Escuelas de calor’, que no podemos por menos que rechazar tajantemente por los siguientes motivos que paso a exponer, con el ruego que tenga a bien publicarlas en su medio, en el formato que consideren oportuno.
Los comedores escolares de los centros públicos andaluces promueven una alimentación saludable que está supervisada por nutricionistas y que, entre otros aspectos, se caracteriza por:
Manifestar que actualmente el servicio prestado es ‘de baja calidad, sin sabor, escaso de fruta fresca o raciones pequeñas, o pescados sin seguridad alimentaria’ es desconocer que todo eso está regulado por la administración, dirigido por nutricionistas y controlado in situ por inspecciones y controles de diversas administraciones públicas. Y no lo decimos nosotros, sino que son los propios directores de los centros educativos y los propios padres (al margen de esta plataforma), quienes en las encuestas realizadas por la administración, valoran muy positivamente el servicio prestado actualmente en Andalucía.
– Enlace de la noticia original del ‘Diario de Sevilla’.
Por nuestra parte, simplemente comentar una vez más la necesidad del sector en su conjunto (pequeñas, medianas y grandes empresas), de hacer llegar una información ‘corporativa y clara’ a la sociedad sobre el trabajo que se lleva a cabo. Es necesario dar visibilidad a la restauración social y colectiva en los medios de una forma proactiva (no como ahora que solo sale en los medios cuando hay problemas laborales, de intoxicaciones o de quejas como es el caso); hay que lograr el reconocimiento público que se merecen los miles de profesionales de las colectividades que se dejan la piel para dar de comer a personas en todas las etapas de su vida y en momentos que requieren de la máxima responsabilidad (infancia, vejez, enfermedad…). El sector debe empoderarse y remar unido en busca de ese objetivo.