Martes, 17 de diciembre 2024
El Grupo de Especialización en Seguridad Alimentaria, Nutrición e I+D+i (GE–SANIDi), de la Academia Española de Nutrición y Dietética, ha elaborado una hoja informativa donde se han desarrollado los conceptos básicos esenciales para el conocimiento y valoración de la declaración del etiquetado precautorio de alérgenos en productos alimenticios. Una información dirigida a dietistas-nutricionistas con el fin de apoyarles en su ejercicio profesional.
El etiquetado precautorio de alérgenos sirve para ayudar a identificar posible presencia no intencionada de alérgenos, sobre todo por posible contaminación cruzada; un mecanismo de garantía de seguridad para personas alérgicas a los 14 alérgenos (valga la redundancia) de declaración obligatoria. Para ayudar en su actividad y desarrollo profesional a los y las dietistas-nutricionistas, la Academia Española de Nutrición y Dietética, a través de su Grupo de Especialización en Seguridad Alimentaria, Nutrición e I+D+i (GE–SANIDi), ha desarrollado la ‘Guía sobre etiquetado precautorio de alimentos’; un documento informativo que sirve como herramienta de trabajo para garantizar la seguridad alimentaria de las personas con alergias o intolerancias alimentarias.
Casi cualquier alimento o bebida que contenga proteínas puede causar una alergia alimentaria. En la actualidad, desde el año 2000 existen 14 alérgenos de declaración obligatoria en la Unión Europea, los cuales se basan en dictámenes científicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). En el año 2011 además se incorporó la declaración en los productos alimenticios elaborados para ser consumidos directamente (afectando a toda la hostelería y restauración).
El problema viene cuando no se tiene la certeza de la presencia de un alérgeno, pero podría ocurrir que, por determinadas causas, como contaminación cruzada, esté presente en el alimento. Ante esta situación se creó, siendo líder España y ya validado a nivel de la UE, el etiquetado precautorio para avisar de la posible presencia, sin certeza, de uno o varios alérgenos en un producto alimenticio.
Así pues, el etiquetado precautorio de alérgenos (EPA), también llamado etiquetado preventivo, se refiere al etiquetado voluntario empleado para indicar que uno o más alérgenos legislados podrían estar de forma involuntaria, pero inevitablemente presentes en un producto y por lo tanto representan un riesgo para los consumidores susceptibles.
La presencia de alérgenos no deseados puede producirse por distintas causas a lo largo de toda la cadena de suministro, desde los campos en los que los productos agrícolas se cultivan, a través de los contenedores en los que esos productos son transportados, contacto cruzado durante la fabricación /elaboración, almacenamiento, etc.
El EPA no sólo sirve para comunicar el riesgo en seguridad alimentaria, sino también para gestionarlo y su objetivo final es evitar las reacciones a los alérgenos en los consumidores susceptibles. La declaración armonizada preferida para el etiquetado precautorio de alérgenos recomendada por la industria alimentaria es ‘puede contener [alérgeno]’ y debe situarse en las proximidades de la lista de ingredientes. Hay que tener en cuenta, no obstante, que el EPA no debe inducir a error, “sólo se debe aplicar cuando exista un riesgo definido, apreciable y que ha sido identificado a través de una evaluación cuantitativa del mismo”.
– Descarga: ‘Guía sobre etiquetado precautorio de alimentos’