Martes, 04 de abril 2017
La niñez es la etapa de la vida más importante, ya que en ella se producen cambios constantemente; las escuelas infantiles no sólo tienen que alimentar correctamente a los pequeños teniendo en cuenta las distintas necesidades (menús especiales, tendencias…), sino que deben favorecer las condiciones que permitan la adquisición progresiva de unos hábitos alimentarios saludables y una buena relación con la comida.
Tal como explican todos los expertos, cada etapa de la vida tiene sus peculiaridades y necesidades a las que hay que ir adaptando la alimentación; la infancia se caracteriza por ser la etapa donde se produce un mayor crecimiento físico y desarrollo psicomotor. Eso significa que la alimentación no sólo tiene que proporcionar energía para mantener las funciones vitales, sino que además debe cubrir unas necesidades mayores, relacionadas con el crecimiento y la maduración.
Por todo ello es esencial, en las escuelas infantiles, apoyar el trabajo en cocina con la labor profesional de un/a nutricionista colegiado/a y educadores que sepan atender y supervisar el tiempo de comedor y recreo escolar; de esa manera se facilitará la creación y el desarrollo de hábitos y actitudes favorables a la salud, higiene, participación, convivencia y correcta conducta alimentaria.
Alergias, intolerancias y menús alternativos
Es importante tener en cuenta que hoy en día, las alergias y las intolerancias alimentarias han aumentado considerablemente en comparación con años anteriores y aparecen cada vez en edades más tempranas afectando a niños e incluso a bebés, lo cual obliga a preparar menús específicos.
Recordemos que la principal diferencia entre una alergia y una intolerancia es que la alergia es una reacción mediada por un mecanismo inmunológico y sus síntomas son de tipo cutáneo o respiratorios (alergia al huevo, al marisco, a los frutos secos, etc); en cambio, una intolerancia no es de carácter inmunológico y sus síntomas son principalmente gastrointestinales (intolerancia a la lactosa, al gluten, etc).
Además de los menús específicos relacionados con los problemas de alergias e intolerancias, también ha aumentado la demanda de los padres sobre nuevas tendencias alimentarias alternativas como el vegetarianismo o la introducción de alimentos sólidos sin triturar a los seis meses para que el bebé se autoregule. Estos menús más específicos tienen que estar muy bien formulados para evitar carencias alimentarias y/o reacciones alérgicas repentinas.
Por último, cabe recordar que según el actual Reglamento 1169/2011 existe la obligatoriedad de indicar la información nutricional de los menús y todos los posibles alérgenos en las escuelas infantiles.
Ocho claves para ofrecer la mejor alimentación en una escuela infantil