15-05-2018
Si hay un sitio donde plagas como cucarachas, ratas o moscas están realmente de más, ese es el entorno de las cocinas profesionales e industria alimentaria. Por suerte, ciertas estrategias de mantenimiento y saneamiento proactivo pueden ayudar a evitar problemas de salud pública, perdida de reputación o retirada de productos, al mismo tiempo que facilitarán cumplir con los requisitos de las auditorías.
Mantener las plagas lejos es un requisito fundamental para el éxito de las empresas del sector alimentario. Cuando el problema, a pesar de todo se produce, la mayoría de ellas implementan de inmediato las medidas necesarias para garantizar que la infestación se gestione y elimine rápidamente.
La minuciosa observación periódica de cualquier signo de presencia de animales indeseados en nuestras instalaciones tales como huellas o heces deberá ser la base del sistema de vigilancia en el control de plagas. También deben vigilarse posibles evidencias de su presencia en las materias primas (por ejemplo por envases dañados) tanto almacenadas como en el momento de la recepción. La recepción de materias primas es una importante vía de entrada de insectos y/o roedores desde el exterior.
Sin embargo, en los entornos donde se procesan, almacenan o manipulan alimentos es necesario poner énfasis también en la prevención y ser proactivos, allí donde se pueda, para evitar la aparición de problemas.
Algunas estrategias que pueden implementarse son: