Miércoles, 30 de noviembre 2016
Las legumbres fueron protagonistas la semana pasada en muchos comedores escolares españoles que se han adherido a la campaña ‘Descubre las legumbres’; una iniciativa impulsada por Mensa Cívica, dentro del marco del Año Internacional de las Legumbres y con el objetivo de apoyar y favorecer un giro del sistema alimentario europeo hacia la sostenibilidad.
Los comedores de cerca de 170 colegios de once provincias españolas, fueron protagonistas la semana del 28 de noviembre al 2 de diciembre, de la campaña ‘Descubre las legumbres’. Más de 27.000 niños han comido al menos una o dos veces legumbres españolas como muestra de adhesión a una política de apoyo a una comida saludable y sostenible, con honda raigambre en la tradición alimentaria de los países mediterráneos. La campaña ha sido impulsada por la asociación Mensa Cívica que reune a más de 50 entidades económicas, sociales y profesionales ligadas a la comida sostenible.
Mensa Cívica colabora como parte interesada, junto a la Unión Europea, en la confección del Pliego de Compras Verdes de alimentos y servicios de catering de las administraciones públicas de la Unión; y esta campaña, forma parte de las buenas prácticas para favorecer un giro del sistema alimentario europeo hacia la sostenibilidad. “La campaña de las legumbres se ha realizado con el ánimo de repetirse como práctica regular y poder superar los resultados anualmente”, según declaraciones de Jorge Hernández, presidente de Mensa Cívica.
“Estamos por la labor de promover un consumo de legumbres diversificadas y de nuestro entorno nacional. Y vamos a estimular que en los pliegos de condiciones se promocione la biodiversidad, saludabilidad y diversidad legumbrista de España, donde existen varias denominaciones de origen y algunas legumbres ecológicas. Nuestro país ha visto reducir su superficie productiva de 270.000 hectáreas a poco más de 68.000, e importa más del doble de lo que produce. Todo ello repercute en que debamos sustituir las legumbres y leguminosas con abonos nitrogenados para la agricultura, con un incremento de los niveles de nitratos y nitritos de nuestros suelos y aguas”, (a pesar de que la concentración elevada de nitratos y nitritos en el suelo, el agua y el medio ambiente es un agente cancerígeno peligroso para la humanidad).
Importamos legumbres en detrimento de la histórica producción nacional
Europa y España, en particular, es sumamente deficitaria de proteína y debe importar cantidades masivas de soja transgénica americana para alimentar a una ganadería intensivista, fuertemente medicada y con importantes deyecciones, con negativas repercusiones para la salud pública y el medio ambiente (tanto en origen como en destino). Asimismo nos hemos convertido en importadores netos de legumbres, en detrimento de la histórica producción nacional y calidad de nuestras legumbres. Todo ello origina un fuerte desnivel entre la producción exterior y el consumo interior que aumenta los niveles de inseguridad alimentaria y la propia sostenibilidad planetaria (viajes milkilométricos, depredación de recursos naturales del modelo intensivista hipercárnico, contaminación con herbicidas en el suelo y agua derivado de la producción de soja transgénica y glifosato).
Asimismo supone un impedimento para el verdeo de nuestra agricultura y la PAC, con leguminosas que puedan tener un efecto positivo ambiental y de algunos niveles de economía circular de nuestro país, beneficiosos en épocas de crisis. “En estos momentos la Europa central prepara la producción interna de soja no transgénica, mientras que en España y los países mediterráneos vemos más conveniente el impulso de la tradición legumbrista. Esto demuestra que no hay una sóla Europa, sino varias respuestas europeas a un problema común”.
Este año Mensa Cívica, junto a la Asociación Española de Leguminosas y el Consejo General de Dietistas y Nutricionistas ha realizado diversos actos donde se ha remarcado el efecto saludable de un consumo continuado de legumbres, junto a una reducción moderada del consumo de alimentos de origen animal, regresando a los parámetros de la dieta mediterránea, más saludable y adaptada a nuestro entorno y nuestra propia cultura. Esto podría beneficiar la disminución de la diabetes, de la obesidad, de los niveles de ácido úrico y la mejora de los beneficios al tracto intestinal derivadas de un continuado consumo de legumbres.
Además de incluir un plato de legumbres una o dos veces por semana en los menús, en algunos de los colegios que se han sumado a la campaña se han realizado actividades didácticas para los escolares, acompañadas de fichas informativas, un folleto explicativo de la campaña y unas láminas para escolares que se puede descargar libremente en internet.