Esta semana se ha celebrado en Madrid el Save Food Meeting/ IV Punto de Encuentro AECOC Contra el Desperdicio Alimentario, un punto de encuentro
para debatir sobre cómo reducir el desperdicio alimentario. Entre otros datos, en España se desperdician más de 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año y el desperdicio de frutas y verduras alcanza entre el 40% y el 55% del total de la cosecha mundial.

En el Año Internacional de las Legumbres, Mensa Cívica apoya esta iniciativa mundial de la FAO impulsando una campaña de crowfounding para editar un cómic para educar a los escolares sobre la importancia y valores nutritivos de las legumbres; se quiere incidir, además, en la importancia de plantar más legumbres en España, dada su contribución a la sostenibilidad de la agricultura.

Después de haber prohibido al principio de año las bolsas de plástico de un solo uso en tiendas en favor de bolsas biodegradables, Francia vetará el uso de vasos, platos y cubiertos de plástico. La medida entró en vigor en agosto y da a los productores tiempo hasta 2020 para cambiar estos elementos de plástico por otros biodegradables.

Más de 300 profesionales se reunirán en Madrid el próximo 26 de septiembre en el Save food meeting / IV Punto de encuentro AECOC contra el desperdicio alimentario. El encuentro recogerá los puntos de vista de la administración pública, la empresa privada y las asociaciones de consumidores y expondrá casos de éxito impulsados desde el sector primario, la industria y la distribución alimentaria. La inscripción es gratuita.

Entre los pasados 4 y 5 de diciembre de 2014, Mensa Cívica organizó en la Universidad de Zaragoza la primera Jornada de ganadería y pesca sostenible en restauración colectiva. La asociación ha puesto recientemente a la venta un estuche con cuatro dvd's con las diferentes presentaciones.

La restauración colectiva es un potente motor económico y laboral. No obstante, es un sector que genera un impacto ambiental muy importante y con un gran margen de mejora en términos de sostenibilidad, eficiencia y aporte de valor social. Una formación práctica del personal implicado en el comedor permite, por ejemplo, reducir el despilfarro alimentario hasta un 30%.