La complejidad de un servicio sociosanitario con multitud de dietas y muchas veces, edificios anexos y periféricos, hace que el transporte de comida sobre ruedas en carros enchufables, sea la mejor solución para ahorrar tiempo, facilitar el trabajo y asegurar más, si cabe, la seguridad alimentaria.

Las barreras arquitectónicas entre los centros de producción y los comedores han sido una de las razones por las que la distribución de comida se ha venido haciendo en España a base de mover a mano contenedores isotérmicos. Hoy en día ésto ha cambiado y el sector está preparado para implementar nuevos sistemas que faciliten el tráfico logístico horizontal continuo, tal y como vemos que se hace en el resto de Europa.

Tras el parón veraniego, las empresas de colectividades vuelven a la carga con una fecha marcada en rojo en sus calendarios: ‘la vuelta al cole’. Empieza un nuevo ciclo y con él la restructuración a muchos niveles de la organización. Los sistemas operativos se repasan en busca de cambios que ayuden a la rentabilidad, seguridad y calidad del servicio. En este punto… ¿nos hemos planteado que distribuir y transportar comida 'sobre ruedas' puede suponer una verdadera revolución?

En la primera parte de este artículo hablamos sobre el problema de la temperatura como uno de los más recurrentes en la distribución a colectividades de comidas en caliente. Esta semana, el autor profundiza un poco más en el tema y nos ofrece algunos consejos y recomendaciones para mejorar las temperaturas.

El problema de la temperatura es uno de los más recurrentes (sino el que más) cuando hablamos de la distribución de comidas en caliente a colegios, residencias, empresas y colectividades en general. Las distancias y tiempos de reparto hacen difícil, a veces, mantener la cadena de calor por encima de los 65°C.