Prevalencia de la desnutrición en el colectivo sociosanitario: intervención nutricional

Prevalencia de la desnutrición en el colectivo sociosanitario: intervención nutricional

06-06-2018

El colectivo sociosanitario es uno de los más vulnerable en cuanto a salud se refiere. Este grupo incluye tanto a los residentes institucionalizados en centros de tercera edad y centros de día, como a aquellos que se encuentran ingresados en hospitales y clínicas. Aunque este colectivo no siempre comparte las mismas problemáticas en cuestión de salud, hay un aspecto que está muy extendido en todos los casos, y es la desnutrición.

Así, según el estudio de Prevalencia de la Desnutrición Hospitalaria y Costes Asociados en España (PREDyCES)¹ se estima que el 37 % de los ancianos hospitalizados con más de 70 años presenta desnutrición. Esta alta prevalencia es aún más llamativa en el caso de los ancianos que residen en centros de tercera edad, llegando a alcanzar un 50 % según las conclusiones extraídas en el IX Foro de debate SENPE (Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral), celebrado en 2012.

Figura 1. Porcentaje de desnutrición en el colectivo sociosanitario mayor de 70 años.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de PREDyCES y SENPE.

Dada la alta incidencia de desnutrición en estos términos y su implicación con el proceso de recuperación y tiempo de reingreso hospitalario, se hace imprescindible una intervención nutricional que prevenga este estado fisiológico a través de la introducción de una alimentación equilibrada que asegure el contenido de las IDR (Ingestas Dietéticas de Referencia).

A pesar de que es importante tener en cuenta todos estos valores de referencia, lo cierto es que hay nutrientes que toman especial protagonismo a partir de cierta edad, habiéndose incrementado el valor de IDR según las últimas revisiones realizadas en 2015². Así el calcio y vitamina D son claros ejemplos cuya implicación en el balance mineral óseo, la osteoporosis y las fracturas más comunes en esta franja etaria, los han hecho merecedores de esa atención.

Figura 2. IDR de calcio y vitamina D en personas mayores de 60 años.
Fuente: Elaboración propia según datos revisados de la tabla de composición de alimentos (Moreiras et al).

Para asegurar la ingesta adecuada de estos micronutrientes las últimas pirámides de referencia aconsejan incluir entre 2 y 3 raciones diarias de lácteos, principal fuente alimentaria de estos nutrientes.

Figura 3: Pirámide de la Alimentación Saludable 2017.
Fuente: Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC).

Queso sí… pero con poca cantidad de lactosa

Dentro de los lácteos encontramos muchas variedades, siendo la leche, yogures y quesos algunos de los productos más comúnmente incluidos en la alimentación. Una ración de cada uno de ellos se traduce en los siguientes gramajes:

Aunque todos ellos guardan una relación semejante en sus principales parámetros nutricionales, no todos son igualmente tolerados a nivel intestinal a edades avanzadas y en determinados estados patológicos. En este sentido, los ancianos suelen sufrir una progresiva pérdida de la capacidad lactásica⁴ en el enterocito, por ello, aquellos lácteos que contienen una mayor cantidad de lactosa pueden dar origen a procesos diarreicos acompañados con malabsorción de otros nutrientes.

Evitar este tipo de alimentos será básico para mejorar las digestiones del anciano así como para ayudar en la absorción intestinal del resto de nutrientes.

Figura 4. Función lactásica del enterocito a nivel intestinal.
Fuente: Fisiología médica. 25 e. MCGRAW-HILL;2016.

En este sentido, las porciones de queso ‘La vaca que ríe’ de Bel Foodservice, además de presentar un inapreciable contenido en lactosa, son una opción de referencia en el mercado como lácteo de buena calidad nutricional que ayudan a alcanzar las IDR para el calcio y vitamina D.

Al estar elaborados a partir de diferentes variedades de queso ofrecen un mayor abanico de sabores manteniendo la textura, cremosidad y suavidad del producto. Estas cualidades lo convierten en una opción ideal para aquellos casos de inapetencia o rechazo a las comidas como consecuencia de una pérdida de sensibilidad gustativa, disminución de la capacidad masticatoria y de deglución con el paso de los años y ante determinados tratamientos quirúrgicos y farmacológicos de este tipo de comensal.

Pero en las porciones de queso ‘La vaca que ríe’ no todo se centra en las características organolépticas del producto, su compromiso por mejorar la calidad de los mismos, les ha llevado a la reformulación de su composición atendiendo a diversos aspectos.

Por una parte, han eliminado los aditivos de su composición. Así, las nuevas porciones ‘La vaca que ríe’, ‘La vaca que ríe light’, ‘La vaca que ríe light con queso azul’ y ‘La vaca que ríe light con queso semicurado’ se encuentran ya libres de colorantes, conservantes y aromas añadidos, tal y como se especifica en su etiqueta de empaquetado.

A pesar de que los aditivos alimentarios no representan un riesgo para la salud en las dosis permitidas por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), lo cierto es que algunos de ellos pueden experimentar ciertas interacciones a nivel nutricional⁵ con otros alimentos y esto puede traducirse en interferencias en el proceso de absorción y metabolismo de algunos nutrientes esenciales para el organismo. Por ello, una dieta con el mínimo contenido en aditivos puede tener un claro beneficio para este tipo de comensal al conseguir el máximo valor nutricional de los alimentos que componen su dieta.

Por otra parte, Grupo Bel también ha llevado a cabo una adaptación en la composición para mejorar el valor nutricional resultante de los quesitos La vaca que ríe. En este caso, la gama de productos light se ha visto beneficiada por una ligera reducción en el contenido de grasas saturadas, mientras que esa disminución se ha centrado en el contenido en sal para las porciones La vaca que ríe natural, lo que en su conjunto contribuye a reducir el riesgo de Enfermedad Cardivascular (ECV) que se atribuye, entre otros factores, al excesivo consumo de grasas saturadas y de sal en la dieta.

Por último, cabe recordar que Grupo Bel es marca de referencia en el mercado gracias a los altos niveles de calidad que aplica en sus procesos de producción. Ello le permite elaborar porciones de queso La vaca de ríe sin trazas de gluten, alérgeno comúnmente extendido en los alimentos procesados y a los que los comensales sociosanitarios pueden ser también sensibles.

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1. Pardo-García I, Amo-Saus E, Martínez Valero A.P., Escribano-Sotos F. Costes asociados a la desnutrición previa a la enfermedad y la desnutrición relacionada con la enfermedad en ancianos: una revisión sistemática. Revista Nutrición Hospitalaría; 2017; 34(5):1215-1225.
2. Moreiras O, Carbajal A, Cabrera L, Cuadrado C. Tablas de composición de alimentos. Guía de prácticas. 18 Ed. Anaya; 2016
3. Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). Pirámide de la Alimentación Saludable 2017. Disponible en: http://www.nutricioncomunitaria.org/es/noticia/se-presentan-las-nuevas-guias-alimentarias-para-la-poblacion-espanola-elaboradas-por-la-senc-con-la-
file:///C:/Users/User/Downloads/Piramide_Alimentacion_Saludable_SENC%20(1).pdf
4. Barrett. KE, Barman. SM, Boitano. S, Brooks. HL. Generalidades de la función y regulación del tubo digestivo. Ganong. Fisiología médica. 25 Ed. MCGRAW-HILL; 2016.
5. Farré Rovira R, Barberá Sáez R, Lagarda Blanch MJ. Aditivos alimentarios. Tratado de nutrición. Composición y calidad nutritiva de los alimentos. Tomo II. 2º Ed. PANAMERICANA; 2010.

Marian González es licenciada en Biología por la Universidad Complutense de Madrid, grado en Nutrición Humana y Dietética por la Universidad Internacional Isabel I de Castilla y postgrado en Nutrición Clínica y Tecnología Avanzada de los Alimentos por la Universitat de Barcelona. Consultora nutricional para restauración colectiva y directora de Edasnut. @: info@edasnut.es

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